Esta es la historia de una adicción que pedía a gritos ser escuchada pero que nadie oyó. En estas páginas honestas y descarnadas, un padre narra cómo fue el proceso para dejar atrás la culpa y hacerse responsable; y el hijo, adicto, cómo fue el suyo desde que tocó fondo hasta que hizo su última rehabilitación.


Este es un libro escrito a cuatro manos por un padre y un hijo. La historia es la misma, contada desde el lugar protagónico de ambos. Juntos cuentan cómo se reencontraron y aprendieron a vincularse. Cómo, a cuatro manos también, y con la inestimable ayuda de amigos y profesionales, reunieron los pedazos de una familia rota y volvieron a mirarse a los ojos con afecto y compasión.

Mauro Federico es periodista de radio y televisión, y sus investigaciones sobre el narcotráfico fueron tema destacado en los medios. Mientras él se adentraba en ese mundo feroz y oscuro en busca de información, su hijo Ariel también lo hacía, pero desde el lado del dolor y la desprotección.

Estas son páginas imprescindibles para comprender que no se sale solo de la dependencia de las drogas, y que si no hay familia dispuesta a superarlo, no hay adicto que se pueda recuperar.